El Paseo Cervantes de Berja fue el punto de encuentro para las actividades de la feria

La crisis económica no ha impedido a virgitanos y virgitanas disfrutar de unas estupendas fiestas en honor a la Nuestra Señora la Virgen de Gádor, que se han celebrado desde el 29 de julio y hasta el 2 de agosto más los días previos con los festivales.

Durante estos días ha habido muchas actividades para niños y mayores y la mayoría de ellas con el denominador común de haberse celebrado en el recientemente remodelado Paseo Cervantes, que ha vuelto a convertirse en punto de encuentro. El concejal de Festejos y Tradiciones, José Carlos Lupión, realiza un balance muy positivo de estas fiestas, «primero en cuanto a la participación, que ha sido masiva en todas las actividades, tanto las gratuitas como las de pago como por ejemplo el concierto de la Oreja de Van Gogh. Quienes han asistido a los espectáculos y actuaciones han podido comprobar que la calidad de las mismas ha sido inmejorable, ya que desde que llegamos al Gobierno municipal hemos apostado por actuaciones de primer nivel para nuestros vecinos».

Por otro lado el éxito también ha sido de organización, y Lupión destaca que «hemos dado participación a todos los bares con la feria del mediodía, el ferial ha estado lleno todos los días así como la caseta municipal, y ha habido muy buen ambiente».

A pesar del éxito de público en todas las actividades el edil resalta sobre todo el respeto que imperó durante el acto religioso del domingo, con la misa en honor a la Virgen de Gádor en la plaza fuera de su santuario, y también destaca el buen funcionamiento de los planes especiales con motivo de la feria de limpieza y seguridad: «a primera hora de la mañana no había restos de la fiesta de la noche anterior y eso se debe a un esfuerzo del personal municipal, y también tenemos que agradecer la labor de las fuerzas y cuerpos de seguridad, que tuvieron que actuar en una pelea protagonizada por gente de fuera del municipio en la madrugada del sábado al domingo y la rápida actuación de Guardia Civil y Policía local impidió que el mal fuera mayor».

Fuente: Ideal