Dicha operación se ha llevado a cabo por los institus y colegios del pueblo, llevandose lo recogido a CARIDAD ROQUETAS.
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Fuente: H. de la Expiración
La Dolorosa está realizada en madera de pino, y presenta la particularidad de tener la devanadera y el torso decorados con motivos geométricos. Además presenta la esclavina decorada y la imitación de una costura en el cuello, ataviada como si de una monja se tratase. Se puede relacionar con el círculo de discípulos y/o seguidores de los Hermanos Mora, de la Escuela de Granada, hacia el siglo XVIII.
A su llegada al taller, presentaba un lamentable estado de conservación, con varias capas de suciedad y repintes, gran cantidad de carcoma y las extremidades articuladas totalmente destrozadas. Además, la cabeza de la Virgen estaba sujeta al cuerpo por unas grandes pletinas metálicas, encontrándose destruidas las espigas interiores.
Lo primero que se hizo fue estabilizar la imagen; para ello, se realizó un nuevo candelero, de fisonomía similar al original, y se eliminaron las pletinas metálicas, colocando espigas al modo habitual en este tipo de esculturas. Durante la limpieza se pudo observar que la Virgen tiene una fuerte abrasión en el lado izquierdo de la cara y en el envés de la mano izquierda, fruto posiblemente de alguna caida durante los sucesos acaecidos en la Guerra Civil.
La Dolorosa había sido sometida a un fuerte repinte que alteraba en gran medida su fisonomía original. Dicho repinte se localizaba con especial virulencia en las cejas y en los labios. Se ha eliminado y se ha recuperado su policromía original, que se conservaba en bastante buen estado. Bajo este repinte se encontraron los regueros y colocación original de las lágrimas, aspecto éste que también se ha recuperado.
Durante su historia material se le había colocado varios postizos con muy poca fortuna: un mechón de pelo en la frente, pestañas postizas rizadas, colocadas a mediación del párpado superior, y lágrimas de plástico, ninguno de los cuales favorecía la calidad intrínseca de la imagen. El mechón de pelo se ha eliminado, las pestañas postizas se sustituyeron por otras realizadas a la manera tradicional y las lágrimas se han sustituido por otras de cristal.
Los brazos se han saneado, consolidado y reforzado para poder ser colocados en su forma habitual. Finalmente se ha aplicado una fina capa de barniz tipo LEFRANC para proteger el conjunto.
Fuente: La Hornacina
Por medio de la comunidad parroquial de Almerimar, los dueños y responsables de dicho hotel han querido ayudar a las numerosas necesidades de muchas personas que, debido a la situación económica tan negativa que sufrimos, se ven inmersos en una gran cantidad de carencias, y entre ellas la de una adecuada alimentación. Es un gesto más de la caridad de la comunidad cristiana hacia los pobres, que se suma al innumerable y silencioso trabajo de muchos cristianos que hacen visible la caridad de Cristo especialmente manifestada a los más necesitados.
Fuente: Web diocesana
En el orden del día, se abordaron los cauces y los preparativos necesarios en las diócesis españolas para acoger a los peregrinos de todo el mundo que visitarán nuestro país con motivo de este evento y la visita de S.S. Benedicto XVI.
La diócesis de Almería ya se está dando pasos para cubrir la parte correspondiente en esta empresa, ya que acogerá la Cruz y el Icono de María, que preside las Jornadas Mundiales de la Juventud, desde el puerto marítimo de la capital. El Secretariado diocesano para la Pastoral de la Infancia y de la Juventud está animando, por distintos cauces, a comunidades parroquiales y especialmente a los párrocos, a que participen de manera activa en este acontecimiento, puesto que es un gran revulsivo para la pastoral de la juventud en las parroquias de la provincia.
Como dato a saber, cabe señalar que recientemente este Secretariado de la diócesis almeriense ha sido reestructurado por su obispo, Mons. Adolfo González Montes, quien añadió la sección de niños con el fin de dar una continuación entre la labor pastoral que se realiza en la infancia y la que se ejecuta en la juventud.
Fuente: Web diocesana
Este año se conmemora el 125 aniversario de la fundación de la congregación de las Esclavas de María Inmaculada y englobados en esta celebración las reverendas que prestan servicio a la parróquia de la Loma de la Mezquita, se han llevado a cabo una serie de actos en torno a la festividad de la Inmaculada Concepción, cuyo climax fue este martes, con la celebración de esta festividad, en la que las Hermanas y los grupos de mujeres obreras tuvieron un gran protagonismo y al final de esta eucaristia tan especial nos invitaron al ágape que organizaron.
Es destacable también que no solo acudieron las Hermanas de la casa ejidense si no que también quisieron acompañarnos en este día las Hermanas con sede en Tabernas.
Además tuvimos una gran sorpresa y es que al terminar la misa, pudimos besar una reliquia de la Beata Juana Maria Condesa Lluc, fundadora de la congregación cuyo carisma dedicado a la mujer obrera, podemos leer en el post anterior y ver en las acciones de estas hermanas.
Desde aquí, dar mi enhorabuena a las Esclavas de María Inmaculada, por su buen hacer y organización no solo durante estos actos sino en el quehacer cotidiano y desearles que el Señor las colme de felicidad en sus acciones y les dé un gran número de nuevas hermanas.
Debido al deterioro que sufría por el paso del tiempo y que además de tener varias grietas este año en la Romería se le escapó la cogida de la imágen, se tomó la decisión de restaurarla. Lleva desde el mes de julio en Sevilla en los talleres de Mariano Sánchez del Pino, el cual ha hecho una restauración a nuestro entender muy buena, dándole una expresión y un explendor a la imágen que ya había perdido, estando ahora como veis en la foto. (Pinchando en ella podreis verla ampliada).
Como sabeis, nuestra Patrona es pequeña y para darle más realce, se ha encargado en los talleres Orfebrería Andaluza (Manuel de los Ríos) una Peana la cual lleva un Águila corporea que representa a nuestro pueblo. Además una ráfaga también en metal plateado que rodea la imágen y una corona para el Niño, la de la Virgen fué donada el año pasado por el grupo costaleras.
La Asociación Cultural Cirineo continúa sus pasos y la preparación para su próxima presentación que tendrá lugar a finales de 2009. De momento siguen los apoyos a su estructura interna y externa, y en este caso proviene de Murcia, de manos de Francisco Javier Asturiano Molina-Niñirola, profesor e historiador licenciado en Filosofía y
Letras.
Francisco Javier conoció la actividad de la Asociación en el mes de julio de 2009 en las ponencias sobre “La lucha contra el hambre y el derecho humano a la alimentación”, dentro de los Cursos de Verano de San Lorenzo de El Escorial ofrecidos por la Universidad Complutense de Madrid, donde miembros de la Asociación estuvieron presentes y apoyando una de sus actividades principales, que es combatir la pobreza en los países con dificultades de desarrollo. En esta ocasión fueron llevadas a cabo por Manos Unidas, una de las organizaciones con la que la Asociación virgitana trabaja desde su fundación.
Asturiano desde el conocimiento de la Asociación no dudó en aportar su trabajo a este joven grupo, realizando varias colaboraciones. La última es la cesión de un poema, “Cirineo”, creado para la Asociación Cultural Cirineo de Berja, unos versos que quienes han tenido la posibilidad de leerlos no han dudado de su gran belleza y valores que transmiten.
El autor ha sabido plasmar lo que la Junta Directiva le comunicó en el verano del presente año, uniéndolo a la cohesión en su trabajo de momento interno que está consiguiendo esta Asociación y al hecho de que quedan pocos días para que se hagan públicos y puedan conocerlos todos los almerienses, virgitanos y personas interesadas.
“Con mi modesta aportación deseo contribuir a que la Asociación Cultural Cirineo, que con tan joven existencia y directiva demuestra ya grandes esfuerzos dentro y fuera de la provincia de Almería, logre los fines que se propone en beneficio de Berja y de todos sus ciudadanos y ciudadanas”, así afirmaba el autor de la obra sus deseos y ánimos a los virgitanos y a Cirineo.
Todos los que conocen el trabajo interno de Cirineo no dudan de que se trata de una enorme labor la que se está realizando, que espera contar con el apoyo de los virgitanos.
Una de las personas que ha podido leer el poema afirmaba: “Todos a lo largo de nuestra vida somos Cirineo; en este caso la Junta Directiva está llevando un gran peso por poder tener sus fines muy trabajados y cubiertos antes de ser públicos, y los virgitanos y organizaciones públicas de la zona deberían de imitar el papel de Simón de Cirene y ayudar al peso que llevan estos jóvenes y su Asociación, puesto que supone un fomento para Berja.”
El Presidente de la Asociación ha mostrado su gran satisfacción y agradecimiento a Francisco Javier por una gran creación que comunica y representa tan fielmente a la Asociación como a sus fines. “Pese a la gran dureza de nuestro proyecto, sólo pensamos en trabajar por obtener un gran futuro y fines”, añadiendo que “una dosis de ánimo como la que nos acaba de dar Francisco Javier se agradece y da fortaleza. Sobre todo para un proyecto que no es público, y que colaboren fuera de nuestras fronteras y más desde Murcia, es de muy agradecer.”
Fuente: BerjaCofrade
“Hemos decidido poner un busto porque ha sido un párroco muy querido en El Ejido. Además, fue uno de los primeros que a los jóvenes ejidenses estuvo dándonos clase en Santo Domingo e hizo una labor pastoral muy importante”, indicó Berenguel.
El edil de Obras Públicas ejidense ahondó sobre la colocación del busto y adelantó que estará colocado ‘enfrentado’ a la calle Iglesia, “va a quedar en una zona verde y esto va a ser el colofón que realce las obras que se están realizando en la plaza de la Iglesia”.
Berenguel recuerda que el párroco fue una persona muy querida y admirada por los vecinos del municipio, ya que, también, fue una pieza fundamental de los inicios de la iglesia de San Isidro.
“El busto es de medio cuerpo hacia arriba y tiene más de un metro de altura. Va fundido en bronce y en la imagen, el párroco tiene una actitud mística”, resaltó Berenguel en cuanto a las característica de la figura que se erigirá en la plaza de la Iglesia en honor al párroco José Jiménez.
Fuente: LVE
Este año, la tradicional bajada del Cristo contaba con el aliciente de la finalización de la primera fase del retablo de mármol que se está construyendo. La segunda fase contempla el asentamiento de un baldaquino que acogerá a la venerada imagen. Además, durante estos días, el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Adolfo González Montes, Obispo de Almería, ha firmado un convenio con el Ayuntamiento de Dalías donde se compromete a apoyar, conforme a la ley, la nueva obra pensada para regular las visitas de los peregrinos a Dalías, atraídos por el Cristo de la Luz.
Durante la homilía, el Sr. Obispo esbozó las siguientes palabras dentro del marco de las lecturas propias del vigésimo quinto domingo del tiempo ordinario:
Queridos hermanos sacerdotes;
Respetadas Autoridades;
Queridos hermanos y hermanas:
La fiesta del pasado día 14 de la Exaltación de la Santa Cruz ha atraído a lo largo de toda la semana a esta histórica parroquia de Santa María de Ambrox a miles de peregrinos para postrarse ante la imagen del santísimo Cristo de la Luz y venerar sus llagas redentoras; para rogar al Crucificado con reconocimiento amoroso que su sangre purificadora lave las manchas de sus pecado y los reconcilie con Dios Padre. Con una inmensa confianza, cuantos acudimos hoy ante esta sagrada imagen de Cristo crucificado nos sentimos transportados ante la cruz del Calvario. Nuestra mirada no termina en la imagen tallada del Cristo de la Luz, porque esta imagen evoca para nosotros el misterio redentor de la Cruz y nos introduce en la experiencia del deseo intenso de salvación y de la gracia con que Dios responde a nuestra súplica de misericordia. Esta imagen sagrada nos sumerge en la experiencia de nuestra liberación del pecado: lavados por el bautismo, hemos sido reconciliados con Dios. El bautismo nos ha regenerado y nos ha hecho miembros de Cristo al introducirnos en la comunión de la Iglesia, verdadero cuerpo místico del Señor.
En Jesús Crucificado ciframos nuestra esperanza en un mundo que se debate entre el materialismo y la desesperanza que generan las carencias del ser humano, sobre todo cuando se experimentan con mayor fuerza la falta fe y de esperanza en tiempos de crisis social como la que padecemos, agravada por una cultura en la que Dios se halla ausente y el poder de la increencia ciega la conciencia moral. En esta situación, la experiencia del justo, aparentemente abandonado de Dios, se hace particularmente dura y desoladora al ver cómo crece el mal y se hace fuerte el ateísmo práctico de tantas personas que se han alejado de la vida sobrenatural en la que fueron introducidos por la gracia bautismal. El justo, en esta situación, es acosado por los que practican el mal y violan los mandamientos de Dios, hasta verse abocado al gran interrogante por el silencio de Dios. La lógica hiriente de este mundo lastima a los buenos hasta la sumirlos en la oscuridad de la duda, mientras parecen triunfar los malvados.
Esta experiencia no queda, sin embargo, sin respuesta en la Sagrada Escritura. Los salmos y el libro de Job nos han dejado descrita esta experiencia con una intensidad que sobrecoge, y han abierto los ojos del justo acosado a la luz del desenlace eterno del hombre, que Dios reserva para los buenos como un final de dicha, mientras a los malvados, dice el salmista, “los pastorea la Muerte, / y van derechos a la tumba” (Sal 49,15).
La fragilidad de la prosperidad y de la opulencia estriba en la incapacidad del hombre para garantizarla definitivamente, el hombre no puede redimirse a sí mismo, dice el salmista, invitando a poner la esperanza en Dios. La prosperidad del malvado es siempre aparente, porque sólo es tal a los ojos del mundo, y el fin del hombre sin Dios no tiene futuro alguno, porque no puede escapar a la muerte ni al juicio de Dios. La palabra de Dios nos dice que la súplica del justo encuentra respuesta en la fe esperanzada con la que se confía a Dios, seguro de que la bondad de Dios triunfará sobre el mal de este mundo, y la injusticia del malvado no quedará impune, ni las víctimas de los violentos quedarán sin la justicia divina que reivindican.
Esta fe del pueblo elegido, que le lleva a madurar en el sufrimiento, firme en su convicción de que Dios tiene la última palabra y el Creador del hombre no le abandonará a su suerte ni dejará al hombre sin redención, encuentra en la revelación cristiana la luz que ilumina el sufrimiento. La muerte y resurrección de Jesús nos abren a la luz esplendorosa que disipa la oscuridad de la mente y aleja la angustia del corazón, al abrirnos al sentido redentor del dolor de Cristo.
Ayudados e iluminados por la luz de la resurrección que ilumina la cruz de Jesús, podemos comprender que la misericordia de Dios nos ha rescatado del poder del dolor y de la muerte, que tienen su origen en el pecado, que según el libro de la Sabiduría, entró en el mundo “por envidia del diablo” (Sb 2,24), pero que es siempre pecado culpable del hombre desde el origen de la humanidad, porque el ser humano es libre y moralmente responsable, conscientemente capaz del bien y del mal. El apóstol san Pablo dice que la ceguera en la que vive el hombre es resultado de “la impiedad e injusticia de los hombres, que aprisionan la verdad con la injusticia” (Rom 1,18), y por eso, el hombre no puede hacer nada por su salvación. Sólo en la vuelta hacia Dios se le abre al hombre el horizonte que le permite comprender que el sufrimiento y el dolor son consecuencia del pecado; y que en la liberación del pecado y de sus consecuencias se abre para el hombre la esperanza de la felicidad sin límite, porque “Dios no hizo la muerte ni se alegra con la destrucción de los vivientes. Él lo creó todo para que subsistiera” (Sab 1,13).
Si nos dejamos iluminar por la luz de la resurrección, que ha brillado sobre la cruz de Jesús, el amor de Dios nos devolverá a la vida, para la que fuimos creados. En la cruz de Jesús Dios nos ha revelado su amor redentor, capaz de borrar el pecado del mundo. Lo primero que llama la atención de al escuchar la primera lectura de hoy es que, aunque no es una lectura mesiánica, proféticamente referida a Cristo, la descripción del justo acosado que nos presenta se corresponde con la experiencia límite del sufrimiento de Jesús, el único justo, el verdadero inocente que carga con el pecado de los culpables, porque los hombres todos somos culpables, como dice el salmista: “Están corrompidos, pervertidos, / no hay quien obre el bien (...) / Todos están descarriados, / pervertidos en masa. / No hay quien haga el bien, ni uno siquiera” (Sal 53,2.4). Por eso san Pablo dirá comentando las palabras del salmista: “... pues todos pecaron y están privados de la gloria de Dios; y son justificados por el don de su gracia en virtud de la redención realizada en Cristo Jesús” (Rom 3,23s). La injusticia padecida por Jesús, rechazado por los suyos y condenado a la cruz por manos de los paganos, se convierte en revelación del amor de Dios por la humanidad. Dios no quiere la condena del hombre, sino, como dice el profeta Ezequiel, “que se convierta de su conducta y viva” (Ez 18,23). Tanto que el Padre, para rescatar al esclavo, ha querido entregar al Hijo, tal como canta el pregón pascual. Dios ha entregado a su Hijo al mundo para que tenga vida, nos dice el evangelio de san Juan.
Se ilumina así el dolor de Cristo crucificado y se nos revela como sufrimiento redentor para la salvación del mundo. Es lo que Jesús trataba de explicar a los discípulos cuando los instruía en Galilea, cuando por primera vez les anunció la pasión y muerte en cruz del Hijo del hombre, y como pudimos escuchar en el evangelio de san Marcos el pasado domingo. Pedro trataba de disuadir a Jesús de adentrarse por el camino de la pasión y Jesús lo rechazó como al mismo Satanás, que pretendía apartarlo del designio redentor que el Padre le había trazado. Hoy contemplamos el segundo anuncio de la pasión y vemos a Jesús decir a sus discípulos que el Hijo del hombre sería entregado y muerto, pero que resucitará. Ellos no entendían lo que les decía y no se atrevían a preguntarle. Jesús les expuso el significado de su ministerio para que pudieran comprender su disposición a la pasión. Les exhortó al servicio en el último lugar como medio de alcanzar el primero. Aún así, los discípulos, que concebían al modo de este mundo el reino de Jesús y discutían por los primeros puestos en él, sólo después de resucitar Jesús de entre los muertos comprendieron su enseñanza y su ministerio de entrega y amor que le llevó al sufrimiento y a la muerte en cruz.
Hoy miramos la imagen de Jesús crucificado y comprendemos las palabras proféticas de Jesús sobre su muerte: “Cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí” (Jn 12,32). Nuestras miradas se centran en el Crucificado que, elevado sobre la tierra, atrae hacia él nuestros corazones que buscan descanso y consuelo en su divino Corazón, traspasado por la lanza del soldado. Hoy venimos a él cargados con nuestras preocupaciones y angustias, con nuestros dolores físicos y morales, tantos y tan intensos, confiando sólo en su amor ante las defecciones y desamores de los hombres, en medio de una profunda crisis de nuestra sociedad, que ve cómo se instaura en un pueblo de historia cristiana una cultura de la muerte y de la desesperanza.
Nuestra sociedad está sin pulso espiritual y padece una crisis ética que la ha tornado insensible ante el avance de una vida al margen de Dios, y el crecimiento de una sensibilidad alejada de los valores cristianos inspirados por la fe en el Crucificado. Una crisis que alcanza incluso a la pérdida de valor de los mismos signos cristianos, entre los cuales se encuentra la imagen de Cristo crucificado, el crucifijo que ha presidido los ámbitos de nuestra vida personal, familiar y pública. Se quiere a toda costa retirar la cruz de Cristo de los espacios públicos con el pretexto de una supuesta neutralidad de la Administración pública, pero la cabida en nuestra sociedad de las minorías no cristianas o alejadas de la Iglesia no puede representar el silenciamiento de la mayoría cristiana.
Se trata de un síntoma de nuestra situación real como sociedad culturalmente cristiana. Si la cruz de Jesús desaparece de nuestra vida, ¿cómo vamos a percibir la luz redentora del sufrimiento de los hombres? ¿Cómo vamos a reconocer en los enfermos y en los débiles, en los marginados y los excluidos la presencia de Cristo, siempre solidario con nuestros sufrimientos para poder librarnos de ellos? Si ocultamos la cruz de Jesucristo, ¿cómo vamos a descubrir en las víctimas la permanente prolongación por los malvados de la cruz del Redentor causada por el pecado de los hombres?
Si ocultamos la cruz, ocultaremos también a los que crucifican al prójimo, y habremos cegado la visión que nos permite saber que el mal que los hombres inflingen a sus hermanos tiene como raíz última el pecado. El pecado que emerge de nuestra capacidad para el mal, de la capacidad para pervertirse que tienen la inteligencia y el corazón; porque el hombre es en verdad capaz del bien y del mal y sujeto de responsabilidad moral, que cuenta con la luz natural de la inteligencia y la poderosa luz de la revelación de Cristo. No podemos negarlo, ignorando la historia de la salvación y la existencia de Cristo y de su evangelio. Es del interior de nosotros mismos, dice Jesús, de donde brotan todas las malas acciones, de donde emanan todas las perversidades de las que somos capaces.
Miremos el corazón traspasado de nuestro Redentor y acojámonos a él, refugio de los pecadores y símbolo supremo del amor de Dios por nosotros. Que la Cruz de Jesús ilumine nuestros sufrimientos y dificultades y que puestos los ojos en Jesús, nos dejemos hoy y siempre iluminar por la fe y la esperanza que brotan de la Cruz y nutren la caridad cristiana, el amor por nuestros semejantes que nos hace solidariamente fraternos, al descubrirnos que todos somos hijos del mismo Padre, que por amor nuestro no dudó en entregar a su Hijo a la Cruz.
Que nos conceda comprenderlo así Cristo nuestro Señor, que es la Luz del mundo, y la santísima Virgen de los Dolores, que estuvo junto a la cruz de Jesús y padeció con él por nosotros.
Iglesia parroquial de Santa María de Ambrox
Dalías, 20 de septiembre de 2009
+Adolfo González Montes
Obispo de Almería
Fuente: Web diocesana
En pocos días subiré un reportaje gráfico junto con algunas impresiones.
Los trabajos, centrados en el rostro y en las manos de la Virgen, han consistido en la retirada total de diversas intervenciones de escasa consideración que se habían realizado sobre la imagen.
Concluido este proceso, se ha realizado una nueva policromía que resalte los valores plásticos de la talla, con materiales de primera calidad absolutamente estables y sin alterar lo más mínimo sus rasgos originales.
Además, se han sustituido los elementos postizos, ya que no eran los usados habitualmente en la imaginería andaluza, y se han llevado a cabo tratamientos de conservación preventiva de cara a evitar futuros deterioros.
Fuente: La Hornacina
Como preparación para el Congreso Eucarístico Nacional que tendrá lugar del 10 al 13 de junio de 2010 en Toledo, el Consejo Nacional de
Ya se han celebrado en Andalucía (Villamartín-Cádiz), en Cataluña (Monasterio de Montserrat), en Madrid (Catedral de
Para los adoradores de la provincia almeriense, la salida a Zaragoza se realizará desde la capital el 25 de septiembre a las 07:00h, con todos los adoradores de Berja, El Ejido, Roquetas de Mar, Gádor, Abrucena, Abla, Fiñana y Almería ciudad, haciendo paradas en Sorbas, Vera y Huércal-Overa para recoger al resto de integrantes y fieles que quieran participar en este evento. El regresó está previsto a las 00:00h del 27 de septiembre.