La Dolorosa está realizada en madera de pino, y presenta la particularidad de tener la devanadera y el torso decorados con motivos geométricos. Además presenta la esclavina decorada y la imitación de una costura en el cuello, ataviada como si de una monja se tratase. Se puede relacionar con el círculo de discípulos y/o seguidores de los Hermanos Mora, de la Escuela de Granada, hacia el siglo XVIII.
A su llegada al taller, presentaba un lamentable estado de conservación, con varias capas de suciedad y repintes, gran cantidad de carcoma y las extremidades articuladas totalmente destrozadas. Además, la cabeza de la Virgen estaba sujeta al cuerpo por unas grandes pletinas metálicas, encontrándose destruidas las espigas interiores.
Lo primero que se hizo fue estabilizar la imagen; para ello, se realizó un nuevo candelero, de fisonomía similar al original, y se eliminaron las pletinas metálicas, colocando espigas al modo habitual en este tipo de esculturas. Durante la limpieza se pudo observar que la Virgen tiene una fuerte abrasión en el lado izquierdo de la cara y en el envés de la mano izquierda, fruto posiblemente de alguna caida durante los sucesos acaecidos en la Guerra Civil.
La Dolorosa había sido sometida a un fuerte repinte que alteraba en gran medida su fisonomía original. Dicho repinte se localizaba con especial virulencia en las cejas y en los labios. Se ha eliminado y se ha recuperado su policromía original, que se conservaba en bastante buen estado. Bajo este repinte se encontraron los regueros y colocación original de las lágrimas, aspecto éste que también se ha recuperado.
Durante su historia material se le había colocado varios postizos con muy poca fortuna: un mechón de pelo en la frente, pestañas postizas rizadas, colocadas a mediación del párpado superior, y lágrimas de plástico, ninguno de los cuales favorecía la calidad intrínseca de la imagen. El mechón de pelo se ha eliminado, las pestañas postizas se sustituyeron por otras realizadas a la manera tradicional y las lágrimas se han sustituido por otras de cristal.
Los brazos se han saneado, consolidado y reforzado para poder ser colocados en su forma habitual. Finalmente se ha aplicado una fina capa de barniz tipo LEFRANC para proteger el conjunto.
Fuente: La Hornacina
1 comentarios:
Con tristeza, puedo contemplar como una joya de la imaginería andaluza se ha perdido para siempre por culpa de manos inexpertas y, aun peor, con argumentos engañosos.
Desconozco si la policromía que presentaba esta obra era o no la original, pero está claro que tenía infinitamente más calidad que el evidente repinte que este supuesto restaurador ha realizado, pues el actual aspecto a todas luces no corresponde con una posible encarnadura original, ni por calidad ni por estilo.
Espero que algún día se le pueda devolver el aspecto que le corresponde.
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