Por medio de la comunidad parroquial de Almerimar, los dueños y responsables de dicho hotel han querido ayudar a las numerosas necesidades de muchas personas que, debido a la situación económica tan negativa que sufrimos, se ven inmersos en una gran cantidad de carencias, y entre ellas la de una adecuada alimentación. Es un gesto más de la caridad de la comunidad cristiana hacia los pobres, que se suma al innumerable y silencioso trabajo de muchos cristianos que hacen visible la caridad de Cristo especialmente manifestada a los más necesitados.
Fuente: Web diocesana
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