El taller del restaurador, escultor e historiador del arte Enrique Salvo Rabasco acaba de concluir la restauración de la Dolorosa de la Amargura, venerada en la localidad almeriense de Adra.
Los trabajos, centrados en el rostro y en las manos de la Virgen, han consistido en la retirada total de diversas intervenciones de escasa consideración que se habían realizado sobre la imagen.
Concluido este proceso, se ha realizado una nueva policromía que resalte los valores plásticos de la talla, con materiales de primera calidad absolutamente estables y sin alterar lo más mínimo sus rasgos originales.
Además, se han sustituido los elementos postizos, ya que no eran los usados habitualmente en la imaginería andaluza, y se han llevado a cabo tratamientos de conservación preventiva de cara a evitar futuros deterioros.
Fuente: La Hornacina
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